Un perro de peluche

Un perro de peluche

Cuando tenía 4 años fui en un fin de semana muy caluroso con mis primos y mi tío al parque de mi casa ya que lo acababan de inaugurar y pasé una experiencia muy asquerosa e inolvidable.

Estando en el parque me llamó la atención un perro y pensando que era de peluche porque mis primos me decían que así era, entonces me agache a recogerlo lo llevé en mis manos con mis primos, pero resultaba que era un perro muerto, lo aventé muy espantado, mis manos me apestaban muy feo pero como me andaba de la popo pues me la saque de mis pompis y como no tenía como limpiarme se la aventé al portero.

Finalmente me llevaron a mi casa con mi mama ya que era insoportable el olor en mis manos, me bañaron en el patio y me desinfectaron mis manos.

Aprendí de esta fea experiencia que no debo de agarrar cosas desconocidas en un parque ya que puedo contraer alguna enfermedad  o algo dañino a mi salud y que tampoco me debo de dejar llevar por los demás si es algo malo.